Creo que cuando no se dice nada en un tiempo es porque la voz que esta dentro no nos permite ver el mundo exterior – mientras el asfalto de la calle se enfría y se llena de grietas después de haber sido asaltado por el sol inclemente- y por esto sigo dando tumbos en esta vida que decidí llevar. La decisión en estos tiempos es un proceso obligado y debo aprender a ser feliz.
Todo lo que me ha pasado ha sido decisión mía – la última ilusion de que tengo control sobre algo – no estoy triste, es solo que ya no quiero seguir, no es que quiera morir ; pero en definitiva, ya no quiero vivir; podria abrazar una vida de solo existir en el sentido fisico de la palabra; ocupar un espacio, quemar algo de aire.
Hay veces que uno debe decidir entre el amor y el honor, y aunque le primero es mas satisfactorio, el segundo es mas seguro; los parámetros siempre son claros…no como tu, al menos así te veo, la única imagen que tengo de ti es haciéndome daño o diciendo algo que me lastima profundamente mientras en la superficie de mi cara se mantiene la mascara de una amistad amarga. Vete a la mierda es lo mas aproximado que tengo a un te quiero. Lo siento mucho – creo que miento, cada dia siento menos y al mismo tiempo he aprendido a ser cinico conmigo mismo; si quiero destruir a los demas, debo empezar por mi mismo; es lo mas honesto.
Llega otra vez la noche, larga y calurosa, otra noche mas en la que se que sera imposible que duerma y ya son varias semanas de esto. Soy un espectro de lo que una vez fui, el reflejo gastado en un espejo que nade quiere mirar…ni siquiera yo.